jueves, 13 de agosto de 2009

RESERVADO

RESERVADO (encontrado como al pasar)
LA HORA DE LOS INTENDENTES


La abulia, apatía e incapacidad de la oposición, no sólo está permitiendo que el peronismo se rearme acomodando las huesos rotos, sino que además esta permitiendo que hasta el kirchnerismo tome aire y salga del knock out.
La acefalia inicial del peronismo bonaerense y la diáspora de los gobernadores justicialistas del interior, también jugaron a favor de dar tiempo a Néstor Kirchner para reagrupar las pocas fuerzas que le quedaban y para impedir que la fuga de dirigentes no fuera tan veloz.
En esto fue clave el rol que se les empezó a asignar a los intendentes bonaerenses tras un primer momento de furia por, lo que se interpretó desde Olivos, fue una traición de los caciques comunales al ex intendente con un corte de boleta en su contra que llegó a superar holgadamente el 10 por ciento, en muchos distritos del Conurbano y de hasta el 30 en el interior.
El propio Kirchner y el resucitado Scioli, que ya recuperó más de 10 puntos en las encuestas, comenzaron una maratón de encuentros con los jefes comunales, tratando de organizarlos y, más aún, intentando que no dieran un apurado salto hacia el justicialismo disidente.
Kirchner, sucesivamente, se reunió con los intendentes del interior, de la Primera Sección Electoral y de la Tercera Sección Electoral, y comenzó una serie de visitas por el Conurbano.
Scioli hizo lo propio hacia el interior de la provincia, siendo la última el lunes en General Belgrano con los intendentes de la Quinta Sección Electoral.
Precisamente de allí parece emerger un nuevo dirigente provincial del peronismo, el Intendente de Villa Gesell, Jorge Rodríguez Erneta, quien fue uno de los únicos 6 jefes comunales del interior que ganó el 28 de junio y que logró que Kirchner ganara en su distrito. A Erneta ya se lo menciona como precandidato a vicegobernador de cualquier candidato a gobernador del PJ.
No obstante el problema central para afianzar a los intendentes es financiero. La Provincia está en rojo con un déficit de más de 8 mil millones, la recaudación ha descendido en todos los planos, la coparticipación está casi agotada y en muchos casos ya no se paga a proveedores y se ha desdoblado el pago de sueldos.
Hay que agregar que durante la campaña se hicieron una gran cantidad de promesas de obras públicas que en muchos casos se iniciaron. Eso hizo que se contratara gente que ahora no puede ser mantenida, con el consecuente aumento de la desocupación y del malhumor social.
El problema es que todas esas obras dependen de la billetera de la Rosada, y esta no sólo no está repleta sino que se maneja en forma discrecional.
De esto se va a hablar el jueves (hoy) en un encuentro de todos los intendentes peronistas de la provincia que se concretará en la sede del PJ en la calle Matheu con la presidencia de Scioli.
No se descarta que concurra el propio Kirchner.