viernes, 7 de agosto de 2009

LOS PROBLEMAS DE SCIOLI

Los problemas que golpean a Scioli


El gobernador Daniel Scioli ya tomó la decisión de encarar los últimos treinta meses de su mandato con un acuerdo que incluya a todos los sectores del peronismo, inclusiva Eduardo Duhalde y Felipe Solá. La idea es avanzar en un esquema de alianza política que le garantice la gobernabilidad y cierta autonomía que pretende tomar con respecto a la Casa Rosada, algo que le están exigiendo sus nuevos asesores “estrellas” el ministro de Gobierno, Eduardo Camaño, el intendente de Merlo, Raúl Othacehe y Roberto Lavagna.
Camaño le acerca la información sobre lo que piensa el peronismo nacional y el ex ministro de Economía lo asesora sobre la crisis financiera internacional y como enfrentar el contexto local, especialmente los problemas financieros de la provincia de Buenos Aires. En cambio el jefe comunal de Merlo le pasa la data sobre los movimientos de sus colegas del Gran Buenos Aires, sobre todo frente al esquema de poder kirchnerista.
No cabe duda que la movida es amplia y generosa. Sólo ha quedado afuera Francisco De Narváez. Incluso, no es casual que Jorge Sarguini haya asumido ahora la presidencia del bloque de diputados del peronismo disidente. Esta parece ser la primera movida coordinada entre Unión Peronista y el oficialismo de la mano de un diputado que concluye en diciembre su mandato y puede llegar a desembarcar en el directorio del Banco Provincia, incorporándose a los hombres de consulta de Scioli.
Mientras tanto, la coyuntura es complicada para un gobernador que fue derrotado en las urnas. Pese a su optimismo tradicional, en La Plata pronostican severas complicaciones fiscales y un preocupante desinterés del gobierno nacional por enviar fondos adicionales al principal distrito del país. Lo concreto es que el Tesoro provincial tiene un déficit de 8000 millones de pesos y los municipios necesitan en forma urgente 1000 millones para llegar a fin de año. Por eso la idea es presionar para obtener un Fondo del Conurbano con dinero de la Coparticipación. Pero el objetivo no es nada sencillo.
Encima la recaudación impositiva del principal distrito del país no trajo buenas noticias. La Gripe A y la recesión se sintieron en los números del mes pasado. Si bien los ingresos crecieron en la comparación interanual, lo cierto es que se percibe cierta desaceleración. El problema es que lo recaudado subió en la misma proporción que un año atrás cuando se anunciaba la peor performance de 2008 por el conflicto con el campo.
ARBA, ente recaudador provincial, aún no puedo superar el 50% de la pauta presupuestada. Esto implica recaudar 22.000 millones de pesos, número que no parece fácil de alcanzar por la gestión de Rafael Perelmiter. Sobre todo porque en los últimos meses hay lenta baja de la mano de la caída de la actividad económica. Esta tendencia puede complicar aún más el difícil panorama que debe enfrentar Scioli.
Y como si esto fuera poco, el gobernador debe contener a los intendentes que diariamente le golpean la puerta de su despacho ante la desesperada situación económica que se vive en sus localidades. Algunos jefes comunales le pidieron el respaldo para continuar con los compromisos asumidos para este segundo semestre. Pero más allá del voluntarismo del mandatario bonaerense, la presidenta no le dio ninguna señal concreta y la semana pasada lo trató con mucha frialdad.
Cuando Scioli planteó la necesidad de mayores transferencias de recursos para afrontar lo que resta del año, Cristina se limitó a escuchar el panorama fiscal y evitó hablar sobre una eventual asistencia financiera. Por eso la preocupación entre los intendentes fue creciendo en los últimos días. Actualmente hay más de 20 municipios que atraviesan una situación muy complicada en lo que respecta al cierre del ejercicio.
Además, 30 comunas ya marcan un déficit para la segunda mitad del año, mientras que otra veintena registrará deuda en dos o tres meses. Con estos números 70 municipios tienen un presente difícil y un futuro incierto. La queja de los jefes comunales, especialmente del interior, apunta contra el gobierno de Scioli porque envío menos dinero que el año pasado. También es cierto que los pocos recursos que obtienen esos jefes comunales también se ven disminuidos por la crisis.
El panorama en el Gran Buenos Aires empieza a preocupar. La pobreza ya ronda niveles altísimos y los barones del GBA no cuentan con herramientas para frenar el malestar de la gente. Mario Ishii se queja porque en José C Paz también recibieron menos dinero, en cambio Alejandro Granados (Ezeiza), recién llegado de sus vacaciones en Europa, tuvo que pedir un adelanto de coparticipación a Scioli. San Vicente, Berisso, Quilmes y Florencio Varela están muy cerca del déficit.
Ante la desesperada situación de algunos intendentes en materia financiera, el gobierno bonaerense decidió adelantar 20 millones de pesos de la coparticipación para asistir a los municipios más complicados. Más allá de esta inyección para 24 comunas, el dinero sigue sin alcanzar para cerrar el año. La caída de las tasas municipales es estrepitosa y suben los insumos. Dicen que la situación no es como en 2001 pero se parece mucho a 2003. Un claro retroceso.