lunes, 10 de agosto de 2009

RESERVADO

RESERVADO (encontrado al pasar)
Unión PRO, el espacio político que salió airoso de los comicios, ha ingresado en una crisis cada vez más confusa. Felipe Solá y el resto del PJ disidente se acercan a Daniel Scioli, Eduardo Duhalde y Carlos Reutemann. No quieren seguir muy cerca de Mauricio Macri y De Narváez. Estos dos referentes han quedado enquistados en el centro-derecha y ni siquiera se los tiene en cuenta para un eventual “pacto de gobernabilidad”. Solá no quiere quedarse afuera del sistema bipartidista que desea impulsar Duhalde como escribió esta semana en el diario Clarín.
Nadie en el mundo político desea empujar al matrimonio presidencial para que abandonen el poder. Pero la mayoría duda sobre la voluntad política de la presidenta y su esposo de cambiar el rumbo y revertir la incertidumbre.
Al margen de sus deseos, muy pocos descartan un final anticipado del gobierno de Cristina. Ven la crisis institucional a la vuelta de la esquina.
El panorama en el Gran Buenos Aires empieza a preocupar.
La pobreza ya ronda niveles altísimos y los barones del GBA no cuentan con herramientas para frenar el malestar de la gente. Mario Ishii se queja porque en José C Paz también recibieron menos dinero, en cambio Alejandro Granados (Ezeiza), recién llegado de sus vacaciones en Europa, tuvo que pedir un adelanto de coparticipación a Scioli. San Vicente, Berisso, Quilmes y Florencio Varela están muy cerca del déficit.
Ante la desesperada situación de algunos intendentes en materia financiera, el gobierno bonaerense decidió adelantar 20 millones de pesos de la coparticipación para asistir a los municipios más complicados. Más allá de esta inyección para 24 comunas, el dinero sigue sin alcanzar para cerrar el año. La caída de las tasas municipales es estrepitosa y suben los insumos. Dicen que la situación no es como en 2001 pero se parece mucho a 2003.
Un claro retroceso.