jueves, 9 de julio de 2009

LEANDRO N. ALEM



Alem y La Boca
Por Diego Barovero
La Boca siempre fue protagonista de los grandes cambios que se produjeron en nuestra ciudad y nuestro país. Fundamentalmente en el terreno político.

Hacia fines del siglo XIX, cuando la corrupción y el desgobierno eran las características principales de la administración del Presidente Juárez Celman; lo más sano de nuestra sociedad tuvo una reacción moral. Nació así la Unión Cívica de la Juventud en setiembre de 1889, agrupación que contó desde el vamos con el beneplácito del doctor Leandro N. Alem y que en pocos meses se convirtió en Unión Cívica bajo la presidencia de éste último.

La Boca se identificó rápida y fuertemente con esta corriente, fundándose antes de fines de año el primer "club" de la Unión Cívica en la parroquia de San Juan Evangelista.

Alem no pudo concurrir a su inauguración por motivos de salud, aunque envió una conceptuosa carta en la que manifestaba aplaudir "con toda la efusión de mi alma la digna actitud de ese noble y viril vecindario y el patriótico entusiasmo con que vienen a ocupar su puesto en las filas de los altivos e independientes".

Desde entonces hubo entre Alem y los boquenses algo más que una relación.

Fue un auténtico romance; de esos que se dan en forma espontánea entre un líder y su pueblo. Dice Hebe Clementi en "De La Boca...un pueblo" que esta barriada experimentó por el fogoso tribuno una profunda adhesión. A esa causa se adscribieron centenares de boquenses de ley que fueron al Parque de Artillería en julio de 1890 para luchar por su derecho al voto.

También lo hicieron mediante la organización de festivales y eventos para recaudar fondos en beneficio de las víctimas de la revolución radical. Y más tarde, cuando la división de la Unión Cívica (1891) trajo consigo el nacimiento de la Unión Cívica Radical también bajo la conducción patriarcal de don Leandro Alem, fue La Boca uno de sus principales puntales.

Crónicas de la época recopiladas en "Alem. Mensaje y Destino" (Editorial Raigal, 1955) reflejan una masiva concurrencia a la asamblea de la UCR de San Juan Evangelista celebrada el 1 de febrero de 1892 en el Teatro Iris, donde se proclamaban las candidaturas a senador y diputados, donde hicieron uso de la palabra Cichero (Presidente del Club seccional), Rufino Pastor, Francisco Barroetaveña y Leandro Alem. Dijo en ese acto Alem: "Se nos dice intransigentes. Pero es claro; cómo vamos a transigir con el vicio, con el abuso, con la opresión...".

Otra asamblea radical boquense celebrada el 26 de junio de 1893, celebrando el segundo aniversario de la U.C.R. contó asimismo con la palabra de Leandro Alem, quien hizo un discurso elocuente, lleno de energía patriótica, llamando a la gran causa de la libertad y el derecho. Terminado el mitin, "los asistentes se organizaron en manifestación, acompañando al Doctor Alem hasta la esquina de la Avenida General Brown y calle Alegría (Hoy calle Wenceslao Villafañe. N. del A.). Allí el doctor Arraga pronunció un breve discurso despidiendo la concurrencia y agradeciendola manifestación en nombre del doctor Alem".Esa simbiosis existente entre el pueblo de La Boca y Leandro Alem se manifestó también en ocasión de un almuerzo campestre ofrecido por el Club General Brown al gran caudillo popular, circunstancia inmortalizada en una fotografía tomada por Arquímedes Imazio, fotógrafo y óptico del barrio de La Boca.